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Capítulo 3 (Mui-Tsai)


CAPÍTULO 3.
MUI-TSAI
"Sombras del pasado"
[2001]

Antes de contaros mi historia, bellas jóvenes, me gustaría que me aclaréis para qué queréis saber la vida de esta anciana de ochenta y cinco años. Me ha sorprendido mucho veros entrar a ambas, sabiendo que apenas recibo visitas. Ah, es eso... sí, recuerdo a Lakshmi. Tú te pareces mucho a ella, Nisha. Bueno, aclarado esto, iré a por unas tazas de té. Sacad ese trasto tan moderno para grabar voces, y enseguida vuelvo.

Creo que podría separar mi vida en dos partes: la parte hasta los treinta años, cuando la tristeza predominaba sobre la alegría, y de esa fecha hasta ahora, donde la alegría y la felicidad reinan sobre mi tristeza. ¿Pero sabéis qué? En esos años donde la tristeza reinaba en mí, no cambaría por nada del mundo los buenos momentos que tuve. Ahora, cada vez que me pongo enferma o tengo algún problema de salud, durante décimas de segundo veo a la niña Muerte sonreírme, como diciéndome: “Tal vez hoy no, pero quizá mañana…” Aunque yo no temo a la muerte, he disfrutado de mi vida, con lo bueno y lo malo, tal como es, aunque realmente hay momentos de mi cabeza que me gustaría que fueran eliminados, pero mi subconsciente es caprichoso y sé que no cederá ante mis réplicas. Antes de continuar, os diré que mi verdadero nombre es Indara. Lakshmi lo sabía, pero no podía llamarme por mi verdadero nombre. Al llegar a la casa del Viejo Soong, me cambiaron el nombre por Mui Tsai.

No tuve una buena infancia. Cuando mis padres tuvieron a mi hermano (o hermana, no me acuerdo exactamente) pensaron que podían prescindir de mí y me vendieron al mercado de esclavos. No tengo un recuerdo nítido de mis padres, pero los odio por lo que me hicieron, y a lo que me condenaron, lo único que les puedo agradecer es que no me vendaran los pies siendo una niña indefensa. Poco después me vendieron a una mujer china, según mis informaciones, la primera esposa del viejo Soong, y me llevaron a Malasia para trabajar en una gran casa a las afueras de Kuantan.

Trabajé desde pequeña en ella, soportando las críticas de las tres esposas del viejo Soong y soportando sus miradas hasta que pasó. Tenía 14 años y la señora de la casa me envío a hacerle un masaje al señor, ya que se me daba tan bien. Y cuando estábamos a solas, este me violó descaradamente, mientras él callaba mis gritos de dolor. Recuerdo que pasé la noche llorando. Esa fue una de las peores noches de mi vida. El proceso se iba repitiendo durante las noches que al viejo Soong se le antojaba tener un “masaje”, siempre usaba el mismo método.

No tardé en quedar encinta. Lo peor de esa primera vez fue que las esposas me miraban llenas de celo al ver paseándome con mi tripita por la casa. De repente, de la noche a la mañana, se puede decir que pasé de ser una sirvienta inútil a una invitada de gran prestigio. Las esposas no paraban de preguntarme por mi estado, si estaba bien, si necesitaba algo, si el futuro bebé necesitaba alguna ropita más…No me podía creer lo que pasaba, hasta que descubrí sus objetivos. A los nueve meses nació mi pequeño. Era de una preciosidad enorme y tan blanco como la luna. No podía creer que mi niño fuera fruto del viejo Soong también, al parecer no había heredado sus características, y eso me alegraba mucho. El problema fue que mi estado de alegría fue fugaz. Al cabo de una semana, vino la primera esposa a reclamarlo como hijo suyo, era estéril y no podía tener hijos, y pensaba que un vástago le podría alegrar a su vida. Yo me negué, por supuesto, porque amaba a mi bebé, pero el viejo Soong me obligó a dárselo, y así es como me quedé sin mi primer hijo.

Obviamente, volvimos a la rutina con el viejo Soong, y enseguida volví a quedar en estado. Esta vez no se molestaron las esposas en visitarme, porque cuando nació el pequeño, la segunda esposa lo reclamó directamente. Mi tercer hijo se lo quedó la primera esposa otra vez, por que el primero había muerto varios meses atrás a causa de una enfermedad genética, aunque yo sabía que había muerto de tristeza. Mi cuarto hijo también lo reclamó la primera esposa, pues al estar el otro solo en casa, se estaba volviendo mimado, aunque está vez me atreví a plantarle cara.

-No te preocupes, pequeña Mui-Tsai-decía la primera esposa-eres joven y muy fértil, seguro que tendrás muchos hijos más.

-¿Y os quedaréis a todos?-pensé, aunque no me atreví a decir por temor a una reprimenda.

Claro que, tras esta serie de infortunios, había un rayo de luz en mi alma. Lakshmi, mi querida vecina. Ella fue casada con 14 años y se trasladó con su marido, mucho mayor que ella, al lado de nuestra casa. Compartíamos muchas veces el estar en encintas a la vez, aunque ella tenía una gran diferencia en mí, podía quedarse con sus hijos. A pesar de mis ochenta y cinco años, de una vida llena de felicidad y un marido fantástico, os puedo decir que siempre eché de menos a Lakshmi y nunca dejé de llorar por ella. Teníamos la misma edad, nos conocimos a los 14 y pasamos muchos embarazos juntas. Ella fue mi mejor amiga, aunque hubo un problema... Cuando me quitaron a mis hijos, yo me centré en los de Lakshmi.

En especial de sus hijos me acuerdo de Anna. Ay, que encanto de niña. Recuerdo que nació poco después de que me robaran a mi tercer hijo, y desgraciadamente, Lakshmi cayó en una larga y dolorosa enfermedad. Me sentía realizada cuando ponía a Anna en mi regazo y comenzaba a consumir leche de mis senos, ya que se estaba desperdiciando y los de mi amiga, cuando salió de la enfermedad, estaban marchitos y sin fuerzas. Vi una señal de furia en la mirada de mi amiga cuando vio que Anna seguía lactando de mí, pero se lo calló porque pensaba en el bien de la niña y vio que lo hacía con los ojos llorosos. Se que sentía no habérsela dado ella misma. También tengo grabado en mi cerebro la imagen de Mohini... era una niña tan guapa... Nunca se me olvidará la belleza que desprendía en esos ojos de gata. Nisha, tú tienes sus mismos ojos. A raíz de lo de Mohini, que no sé si vosotras dos sabréis, Lakshmi y yo retomamos nuestra verdadera amistad y volvimos a ser las hermanas que fuimos en un pasado no muy lejano.

El tiempo iba pasando, y poco después de la invasión japonesa, me mandaron a otro sitio. No tuve tiempo de despedirme de Lakshmi, Anna y el resto de sus hijos, porque fue poco después de la fiesta de cumpleaños del viejo Soong, en la cual se me partió el corazón al ver todos mis hijos reunidos. Yo me acerqué a ellos, pero me tomaron como a una japonesa y me lanzaron piedras. Ese día estaba con Lalita y Lakshmi. La pequeña Lalita... No sé si tenía 10 u 11 años, pero era un trocito de pan. Amaba a Lakshmi, lo veía en sus ojos, pero mi amiga se avergonzaba de ella. Perdón, me estoy yendo del tema. Cuando mis hijos me tiraron piedras, la Segunda Esposa salió a por ellos. No me dirigió la mirada. Pocos días después, mi vida cambió.

A partir de aquí es cuando la vida me empezó a sonreír. Me vendieron como tercera esposa a un hombre adinerado, con la excusa de que era una mujer muy fértil. ¡Nunca me habría imaginado nada así! Era la Tercera Esposa, pero eso ya eran privilegios, demasiados para una persona de mi alcurnia. Enseguida comencé a hacer amistades con las Segunda Esposa. Era una mujer muy buena y bondadosa, y siempre se preocupaba por como estaba yo, al contrario de la Primera Esposa. Creía que no existían seres más crueles de los que había dentro de la casa del viejo Soong, pero luego la conocí a ella. Hacía perfecto el papel de señora de la casa egoista y envidiosa. Pero la Segunda Esposa era buena y bondadosa, y mucho además. La Segunda Esposa conocía a Anna.

No la pude ver por mi condición, pero la Segunda Esposa me trasladaba noticias de Lakshmi hasta que la pobre echó su vida a perder por mí. Recuerdo que la Primera Esposa estaba maltratándome, cuando la Segunda Esposa lo vio e hizo algo inimaginable; desenfundó la espada que mi señor tenía en la pared e intentó apuñalar a la Primera Esposa. La Primera Esposa fue más rápida y le hizo una especie de haraquiri a la Segunda Esposa. Con toda la tristeza del mundo, pasé a ocupar el lugar de la Segunda Esposa, y cuando encarcelaron a la Primera Esposa, ascendí a ser la señora de la casa. La Primera Esposa ya ha muerto de anciana, y me alegro de ello. La Segunda Esposa era un ser bondadoso, pero la Primera Esposa guardaba veneno. Siempre he orado por esa vieja amiga.

De la noche a la mañana me había convertido en la dueña de la casa por ese desgraciado accidente. Por cierto, no llegué a tener hijos propios con el señor. De repente algo dejó de funcionar dentro de mi y cuando conseguía quedarme en estado, ninguno de ellos llegaba a nacer, así que me cuando murieron las dos primeras esposas, me quedé con sus hijos, que ya estaban mayorcitos y no iba a tener nunca la oportunidad de llamarlos hijos míos. Seguía viendo a Anna, porque según me dijo, se había casado con un agrimensor rico y siempre la veía en las fiestas. Lloré mucho su muerte prematura, no llegaría a los sesenta años y a partir de ahí, perdí el contacto con la familia. Soy muy vieja, la niña Muerte no tardará en encontrarme, y esta vez no me dejará escapar. Aun tengo cosas que contar, pero me queda poco tiempo en la Tierra. No tardéis...

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9 comentarios:

Rebeca dijo...

Se sale, como siempre. Sois lo más, chicos!!!! ;)

Javier dijo...

¡Gracias por leernos, Rebeca!

Angry Bego dijo...

Al final, os ha salido mucho mejor de lo que esperaba, era un poco difícil sacarle jugo a Mui Tsai, es un personaje un poco complejo. ¿Habrán más puntos de vista de ella? Espero que sí.

Javier dijo...

Gracias por leernos, Nagini! Habrá más de Mui-Tsai, pero tardará, como mínimo, hasta el capítulo 12. Se la seguirá mencionando de vez en cuando.

Unknown dijo...

me ha encantado ,y nandi es superseguidora es que comonosabe hacerse una cuanta meloha dicho por el face para que os lo trasmita , de quien le vendra laaficion a javier por lalectura, debe de tener una madre que sea lectora jejeje

DeTrett dijo...

este comentario es forzado

Gene-maye dijo...

;__; He llorado, pobre Mui-Tsai, pobre de la segunda esposa ;w; Van muy bien, felicidades.

Javier dijo...

Gracias, Gene!

BuriBuri dijo...

Mui Tsai...Por Deoh, yo te quiero ;w;

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